sábado, 13 de agosto de 2011

amor platense de treinta segundos.

Y en al medio del viaje, me haces pararme en la ventana para verte desolada en una plaza, jugando a ser nena una vez mas. Asi como te hamacas, segundo a segundo meces mi tierra y hasta cuando te vas, dejas, no mas que estela de vos, y, aunque te hayas ido, la hamaca se sigue meciendo, quizas lo sigue haciendo pero el tren ya arranco.

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